lunes, 30 de enero de 2012

Te quiero.


Estoy preparada para ti. He hecho un hueco entre mi garganta y mi cama. Sé que no es mucho, pero es sólo para ti. Es mi manera de decirte que el mundo lo mueves tú. Tú que agachas la cabeza cuando estás a punto de sonreír, tú que has hecho posible que mi vida huela a café solo. No tengo mucho, nada es lo que puedo ofrecerte, al fin y al cabo yo soy de esas personas que se rompieron y ya no funciono bien, pero te necesito tanto... Cada día es más importante ahora que tú te has unido a mi cuaderno de notas. Nunca he sabido hacer las cosas bien pero tú guías mi mano en cada letra que escribo. Ya no sabría respirar nada que no fueran tus besos y no duele, aunque da miedo, es escalofriante pensar que mi carótida está entre tus manos, pero confío en ti. Tú has encendido el sol de nuevo cuando yo ya creía que viviría a base de cerillas, que se consumen indiferentes, el resto de mi vida. Sé que no es fácil entenderlo, tampoco para mí ha sido fácil sentirlo. Sé que me he hecho la dura, que no siempre te lo he puesto fácil. Lo siento. Trataba de protegerme pero ya no quiero hacerlo más, no de ti... porque te quiero.

lunes, 16 de enero de 2012

I

Era tan, tan simple que salió mal. Me rompiste los esquemas con ésa facilidad absoluta, con esas ganas locas que tenías de quererme y esa sonrisa de media luna lunera que se te escapaba a bocajarro. Siempre dispuesto a darme y a quitarme, siempre en tu quinta, siempre haciendo lo mejor para "nosotros". Era tan fácil que no supe seguirte la pista, que es que yo quería algo más, algo como dejar mi corazón convertido en diminutos cubos cristalizados, como la sal cuando el agua se evapora. Era tan fácil que lo dejé ir, que te dejé ir. Para ser mejor, para poder compararme, para tener algo malo sobre lo que escribir, que tú ya sabes que a mí los textos sobre amor me cuestan mucho. Era tan fácil que preferí llorar(te) cada noche que dejarme llevar. Era tan fácil, tan, tan fácil que te marchaste y ya no sé nada de ti. Me pregunto si me miras desde lejos, en tu corazón, en alguna ciudad en la que la gente habla un idioma que tú no puedes entender. Me pregunto si vives a diez metros o a diez mil kilómetros de mí. Me pregunto si tú también lloraste, si fue fácil para ti, si prefieres esto a lo que tuvimos. Me pregunto si mi "era tan fácil que no pudimos" no será, en realidad, un "no soporto que fueras tú el que se marchó".

sábado, 14 de enero de 2012

Tiemblo y se me escapan hasta las letras del puto abecedario. Tiemblo masacrada, con un dolor que no cesa, que me traduce versos guerreros sobre lucha e inmundicia. Y tú, tu puta imagen en escala de grises, con ése color irreal de un sueño. Tu voz que me promete un "para siempre" y tu imagen real, la de hace un momento, la que tiene nubes de tormenta y adaggio de fondo, la que me jura y me perjura que ya no puedes seguir, que te habías equivocado. Es simple eso de equivocarse, ¿verdad? Te echas atrás y deshaces tus promesas, tus vanas promesas. ¿Es que te obligué a hacerlo, a prometer? ¿Te obligué a mentirme? No. Pero lo hiciste, ¿por qué lo hiciste? Es como sangrar, eres como sangrar. Me liberas y me atas y me matas lentamente. Te pierdo a poquitos, a borbotones, porque yo, que soy gilipollas, me corté una puta arteria y dependo del corazón para que la sangre vaya saliendo. Y el corazón responde a tus estímulos, ¿sabes? Responde a los recuerdos que me ponen los pelos de punta y la carne de gallina, responde y sigue latiendo, empujandote, a ti, a mi sangre,que se escapa de mi cuerpo sin dudarlo, porque quién soy yo, para qué sirvo si tiene la libertad al alcance de sus glóbulos rojos, de sus glóbulos blancos y de sus dichosas plaquetas. No estoy inmunizada contra ti, tonta que soy yo, lo sé. Me duele, me mata, imbécil, me has jodido.

viernes, 6 de enero de 2012

Mi regalo

Un regalo que no llegó puntual. Llegó con tres días de retraso. Cargado de todo lo bueno y de todo lo malo que viví junto a su vibrar irreprochable. Llegó para dármelo todo, para llevarme al puto cielo y luego robarlo sin más. Y ahí te quedas, cielo. Que sí, que sé de memoria éso de que si juntas los puntos que forman los lunares en su espalda sale mi nombre. Yo he saboreado un amor que se escribe con las letras de su nombre y se reza como los rosarios. He creído que en una cajita pequeñita podía meter el cielo, por si él se marchaba, y la jugada me salió mal. Mal porque al verlo marchar con su maleta raída y su sonrisa de paño, mal remendada y estropeada por las condiciones climáticas adversas me dije que el cielo eran sus recuerdos pero no, tan sólo son un lastre. Y vivo así sin estar viviendo, creyendo que los Reyes Magos volverán, con tres días de retraso, a traerme lo que se llevó el pasado. No es que lo necesito, mi sonrisa sigue ahí a pesar de todo, sostenida entre sonetos, alfileres y unos cuantos si bemol. Mi sonrisa sale a pasear cada día. No lo necesito, pero lo quiero. Nadie puede explicar cuánto lo quiero.

miércoles, 4 de enero de 2012

Love me tender.

Y con el tiempo aprendes. Aprendes que hay errores que no debes cometer y muros que no debes saltar. Aprendes que no todo es rosa, que también hay negro o café con leche o verde. Aprendes que no todo el mundo es transparente y que no todas las noches son de luna en cuarto creciente. Aprendes que hay palabras que enamoran y miradas que matan y que por mucho que te empeñes en lograrlo todo con dinero hay ciertas cosas que sólo puedes conseguir con valentía. Aprendes que cada día es un reto, que lo que importa no es llegar al final del día sino poder decir que, en cada uno de ellos, ha habido un momento en el que te has sentido realmente feliz. Descubres que casi todo tiene un cierto sentido oculto, que las cosas se superan, que las lágrimas no viven para siempre pero, el amor, está ahí desde el instante en que te quema por primera vez.

Twitter